28 feb 2009

LA IGJ - ¿¿Y AHORA A QUIEN LE TOCA??

Cuando comencé con este juego virtual de descargar mis "broncas" en un Blog (¡¡joder que estoy informatizada, quien diría!!), bueno si, en un Blog o como quiera que se llame esta cosa en la que puedo escribir lo que se me da la gana y mandárselo a mis amigos para que se diviertan un rato y que además puedo tener la "lotería" que algún despistado entre en el mundo de las www (¿que coño era eso de la www??, bueno, no importa, uds. saben de que hablo) y encuentre mi humilde Blog TITULADO: "ESTAMOS FRITOS ARGENTINOS" y lea las barbaridades que pasan en este querido país, no pensé que tendría tantos temas para tratar.

Así que esto es como un sorteo: al que le toca le toca.:

la AFIP, el Congreso, los Políticos... no se crean que me olvide y que no voy a seguir con ellos, ¡¡¡nooooo, que esperanza!!!, ya retomaré, pero hoy quiero dedicarle esta pagina especial a un organismo (¿organismo?..) llamado Inspección General de Justicia (mas conocido por "la IGJ").

Vamos a las definiciones para saber de quien hablo, hay varias, veamos cual encaja en nuestro amigo de hoy:

Organismo (segun el diccionario):

a) "Conjunto de órganos del cuerpo animal o vegetal y de las leyes por que se rige."

b) "Ser viviente".

b) "Conjunto de leyes, usos y costumbres por los que se rige un cuerpo o institución social".

d) "Conjunto de oficinas, dependencias o empleados que forman un cuerpo o institucion."

Con todas esas deberíamos hacer una que se adapte para definir a nuestra bien amada IGJ, algo así como:

"Un conjunto de seres vivientes del reino animal concentrados en oficinas donde aplican un conjunto de usos y costumbres."

Definido ya que es este organismo del que me ocupo hoy, vayamos a relatar algunos de los "usos y costumbres" con los que torturan a los pobres ciudadanos que forzosamente debemos rendirnos ante su omnipotencia.

Hace muchos años este organismo tenía su caverna en la calle San Martín, un oscuro y viejo edificio donde llovía mas adentro que afuera, donde algunas oficinas eran tan pequeñas que para que entrara el usuario tenia que salir el empleado, pero uno presentaba un trámite y, sin tanta retórica, en un tiempo prudencial, quedaba terminado.

Un día deciden mudarse. Edificio nuevo, barrio nuevo, avenida importante, cerquita de La Rosada. Eso si, el edificio les quedó chico a las dos horas de haberse mudado. ¿Quien hizo los cálculos de las necesidades? El archivo en la loma del quinoto porque ese edificio no tiene espacio para albergar un archivo (recordemos que en un organismo de esta clase el archivo es lo mas importante, sin el cual mejor se dedican a otra cosa), entonces vemos por la importante avenida llegar los carritos (como los de los cartoneros) arrastrando pilas de expedientes... solo dios sabe si llegan enteros o lo que es peor, si llegan todos... y no quiero pensar si llueve...

Entonces, cuando pedís el desarchivo de un expediente... no, mejor no te cuento cuanto tenes que esperar para verlo (si lo encuentran); he llegado a esperar tres meses para ver un expediente.

Después del receso de verano de todo enero (tienen varios al año, pero el del verano es el "legal") y que este año se prolongó una quincena mas "por reformas", (faltaba que dijeran "Liquidación por Cambio de Dueños", que no le vendría mal), nos encontramos con los grandes cambios...

No se si reír o llorar. Creo que voy a hacer las dos cosas: voy a llorar de tanto reír.

Cabinas o compartimentos para "atención personalizada" (¡¡¡con silla y todo!!!); sillas para esperar "sentado" (siempre que seas un buen jugador del "juego de la silla") porque si levantas el tujes para mirar por cual numero van, otro tujes ocupara tu lugar en menos que canta un gallo; visores electrónicos para visualizar el numero que te toco en suerte (después de hacer interminable cola sobre la vereda) que "apuntan p'al lado e'la justicia" y para verlo hay que ir provisto de un buen prismático, como si fuéramos a Palermo.

Se compraron organizadores de filas como en los bancos, dispuestos de tal manera que el laberinto de Dédalos pasa a ser la Avda. Gral. Paz. Al menos Dédalos lo hizo para esconder al Minotauro, aquí aun no pude enterarme a donde se puede llegar si logramos encontrar la entrada y la salida de tan ingeniosa idea.

La forma de asignar los números para ser atendidos tiene una gran similitud con el Quini6, con la diferencia que aquí lo único que podes ganar es un ataque cardiaco. Son números de diferentes series (es decir alfanuméricos), las series son para: un tramite, dos tramites, hasta 10 tramites o mas de 10 tramites...¡¡¡!!! ¿Se entiende? Entonces si hay muuuuuchas personas que van por dos tramites, tenés que esperar horas, mientras el empleado que atiende a los que tienen mas de 10 tramites, si durante varias horas no aparece un usuario con esa cantidad, se rasca el higo hasta que aparezca uno.

Mejor no sigo, realmente el genio que se ha quemado las pestañas para diseñar el sistema de atención al publico, debe estar descansando después de tamaño esfuerzo.

Después de pasar por el purgatorio de Mesa de Entradas, entramos al infierno de la operatoria en si misma de la IGJ. Pero eso lo dejo para otro día.

Ahhh, me olvidaba: en ese organismo los trámites NO SON GRATUITOS. Se paga hasta para preguntar la hora. No quiero saber cuanto se recauda por día, mejor no lo pienso.

Hasta la próxima

María Angélica (Lica)

(foto: Laberinto de Dédalos)