CUANDO LOS COBARDES HABLAN…

Estoy respondiendo a un comentario que alguien, con muy pocos huevos (u ovarios) pone un comentario en este blog a mi artículo: “Y AHORA A QUIEN LE TOCA”, publicado el 28/02/09, donde critico a un organismo publico llamado IGJ y por lo visto muy querido para el/ella.
Tal como me lo asegura en su comentario: No le voy a publicar el comentario.
Tiene razón, no lo publico porque no le doy espacio a los anónimos, lo mas bajo en la escala de las letras, no porque tenga miedo.
Si quien lo escribió me pasa su identidad (como yo pongo la mía en el blog) CLARO QUE LO VOY A PUBLICAR.
Pero juguemos con las mismas reglas.
Yo critico, y con todo el derecho de hacerlo que me da ser una sufriente usuaria de las reparticiones públicas, y el que pueda decirme lo contrario, también lo espero en este espacio.
Pero critico con nombre y apellido. No me oculto tras el anonimato.
Y eso puedo hacerlo porque tengo la conciencia limpia y tranquila.
Ud. me trata de corrupta con ese organismo.
Es muy grave lo que dice. No por mi, porque yo solamente soy una usuaria sufriente.
Es grave porque esta reconociendo que en ese organismo hay corruptos.
Si es así, ¿Por qué no los denuncia?
¿No le parece, señor/a “Anónimo” que si yo tuviera esas armas que Ud. dice que existen en ese organismo que Ud. tanto defiende, no sufriría las peripecias por las que hay que pasar para lograr hacer un trámite?
¿Quiere que le cuente las peregrinaciones para lograr terminar un trámite?
¿O no las conoce?
¿Quiere que le cuente las discusiones bizantinas con los Señores Inspectores para hacerles entender que lo que piden en las “vistas”, ya esta hecho y lo que sucede es que no leyeron el expediente completo?
¿O eso no lo sabe señor/a Anónimo?
¿Ud. cree que si yo fuera una corrupta que corrompe a los empleados de ese organismo perdería mi tiempo criticando a “mi socio”?
¿Ud. sabe cuánto dinero pierdo por la inoperancia del organismo?
¿Ud. sabe que tengo trámites demorados hace mas de un año?
¿O será que no he dado con el corrupto correcto para no pasar por estas penurias?
Es mucho mas corrupto/a Ud. que conoce esas debilidades de los empleados, según su comentario, y no los denuncia.
Al menos así las personas “corruptas” como dice Ud. que soy, no tendríamos la oportunidad de entrar en el juego de la corrupción.
Le propongo que se transforme en el adalid de la defensa del organismo que nos ocupa y que desenmascare a todos los que conoce que son corruptos.
Con nombre y apellido, sector donde trabajan, que tipo de “arreglos” manejan, y yo lo voy a ayudar publicando todo lo que Ud. investigue.
Pero todo comprobado. Nada de vaguedades, ni de anonimatos. Asi cualquiera denuncia.
Se equivocó conmigo, señor/a anónimo. Si quiere que le publique su comentario, aunque de alguna manera ya estoy diciendo lo que Ud. dice de mí, mándeme sus datos personales y se lo publico.
Me sobran ovarios. Los que me conocen lo saben bien.

María Angélica Valente