El trámite de cada día.

¿Quien no ha tenido que hacer un trámite en una repartición pública en este país?
El mortal que se encuentre libre de ese martirio, por favor que arroje el primer grito de júbilo porque en realidad no se imagina de lo que se ha salvado.
Para que tome recaudos, si ha tenido la suerte de no entrar en una repartición pública en busca de una solución, o para cumplir con alguna obligación de correcto ciudadano, en esta sección del blog le iré contando las penurias vividas en esos espacios reservados solo para los valientes.
Y dejo abierto el espacio para que los compañeros de penurias relaten aquí sus dramas.
Tal vez, algún día, aunque sea muy muy lejano, algún funcionario pase por aquí y recoja el guante...
Que así sea.
María Angélica