9 nov 2008


Y seguimos con el tramite nuestro de cada día...
dedicado al preciado CUIT.

¿logramos demostrar un domicilio inexistente?

¿convencimos a los malosbichos de la autenticidad del domicilio declarado?

¡¡¡¡Biennnn, primera etapa superada!!!! pasa usted a la segunda ronda por el premio principal: UN Nº DE CUIT!!!

Ese numerito que lo convierte en un individuo "individualizado" para que las garras del Estado puedan meterse en su bolsillo y además se transforme en su socio mayoritario.

Aunque a pesar de esas ventajas que obtiene nuestro papá gobierno, no parece importarle mucho en facilitarnos las cosas para poder esquilmarnos mas rápidamente.
Total, tarde o temprano debemos caer en la trampa y tienen todo el tiempo del mundo...

El resto de la papelería que deberá cargar TIENE QUE SER EN LEGITIMO ORIGINAL, no se equivoque!!!

Si por casualidad se le ocurre llevar algo en COPIA CERTIFICADA NOTARIALMENTE, es decir con la intervención del Señor Escribano que DA FE de la autenticidad de la copia y por lo cual le ha cobrado sus buenas rupias, en algunas Agencias de nuestra amiga AFIP, dependerá del malbicho que le toque y le pedirá, muy suelto de cuerpo, que: "junto con la copia certificada tiene que traer el original..."
si, si , si. Leyó usted muy bien.

Eso se traduce: "la AFIP se caga en la FE dada por el señor Escribano y en las rupias que usted pagó por ella".

Desde que era chiquita supe que una copia certificada por un Escribano tiene el valor de un original... ¿o no?

Socooooorrroooo!!! que alguien me explique por favor!!!

Y seguimos sumando incoherencias, incongruencias, ineficiencias y demás "encias" que vomita la AFIP diariamente sobre nuestra vapuleada autoestima.

Logran humillar nuestra capacidad intelectual hasta el paroxismo.

Las técnicas de autocontrol y dominio de la ira son inaplicables frente a estos malosbichos que se relamen ante nuestros despojos.

Una vez presencié un caso en el que un contribuyente (algún día explicare porque somos llamados contribuyentes), estiró su mano sobre el mostrador que lo separaba de un malbicho y...
y... le metió una trompada que ni el Ringo Bonavena, mire.

¡Se armo un bolonqui que ni le cuento!

¿estuvo mal?

Le dejo la inquietud para reflexionar en el silencio de la noche, o en el taxi que lo lleva de regreso a su casa en busca de mas y mas y mas papeles para lograr pasar la ultima etapa en la carrera de obstáculos y búsqueda del tesoro que le dará el Nº DE CUIT.

Hasta la próxima
María Angélica

Foto: "El cumpleaños" Marc Chagall pintor ruso.

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