¿Será bueno este Giacocide? |
Y, como éramos pocos… pario mi abuela.
“Establecese el 27 de
junio como día de descanso para los empleados de la administración pública
nacional, en que no se prestaran tareas, asimilándose el mismo a los feriados
nacionales a todos los efectos legales.”
Y así de sencillo no mas, dice la Ley 26876 promulgada para
refrendar tan profunda y necesaria decisión.
Por lo tanto ahora, además del descanso eterno que los
acompaña a diario en sus tareas, tendrán otro descanso
para celebrar el “Dia del trabajador
del estado”.
Aplicada como de costumbre, corrí a buscar información sobre el tema: “¿por qué le habrán puesto el 27 de junio?, ¿será el día del cumpleaños
de alguno de los “K”? ¿el día que se inventaron las medialunas?... ya se, es la
fecha en que se invento el sello de goma y la almohadilla con tinta roja… no
no, nada de eso.
Como buena ciudadana fui a la fuente incuestionable del Boletín Oficial, diario alcahuete si lo hay. Alli esta registrado cada paso y
cada peso que los gobiernos de turnos dan y malversan. Algun dia lo van a
clausurar porque tienen que publicar cada acto por mas corrupto que sea, por
eso me extraña que aun siga existiendo.
Pero volviendo al nuevo feriado que nos acompaña, busque la
flamante ley, pero no encontré los considerandos, y me dio mas curiosisdad.
Recurri al maravilloso Google y: ¡bingo!, aca se los cuento:
resulta que hace mucho tiempo, había unos señores que trabajaban para el Estado
y no eran considerados trabajadores, solamente eran “servidores públicos”, por
lo tanto no podían agremiarse, tener un sindicato, o un convenio colectivo.
(Parece que hace mucho tiempo la gente pensaba mejor que ahora)
Entonces la O.I.T., un 27 de junio, dicto los Convenios 151 y
157 que establecieron el derecho de los trabajadores estatales a tener un
sindicato (con el perdón de la palabra) y a tener sus convenios colectivos.
Esa es la razón para elegir el 27 de junio como “el día
del trabajador del estado” y sumar un feriadito más a la larga lista
del “ocio argentino”.
¿Qué me cuentan?
Este país es una fuente inagotable de pelotudeces, un
generador de ideas productivas y un crisol de pensadores al pedo.
Por ello hoy quiero recomendar a los que, como yo, sufrimos
el flagelo de tratar con la administración pública argentina, algún antídoto para
soportar a mis queridos trabajadores del estado, que mas me gustaba el nombre
anterior: “servidores públicos”
aunque para llamarlos así, en primer término deberían “servir” para algo.
Les recomiendo varias cajas (tantas como organismos públicos deban
visitar) de “GIACOCCIDE VERDE”(*)
Hasta la próxima.
(*) Desparasitante de alto impacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario