Políticos en campaña...
No solo se
conforman con las fotos gigantes de las caras “maquilladas” por la tecnología digital,
sonrisas con dientes “caros”, los ojos "pa'rriba mirando quien sabe a donde, lo que se dice:
impecables, pero ahora
también “nos hablan”.
Antes, en
épocas pre electorales, nos bombardeaban desde los carteles en la vía publica
las fotos de los candidatos, ahora también nos acribillan por el teléfono.
¡Siempre con
tanto sentido de la oportunidad!
En el
momento mas complicado: cuando te estás bañando, estas lavándote los dientes
o concentrada frente a tu computadora,
suena el teléfono…
Dudas en
atender pero, responsable al fin, pensas: -¿y si es algo importante?
Y salis de
la bañera mojando todo, te tragas parte de la pasta dental enjuagándote apurada
la boca o te desconcentras del trabajo urgente que estás haciendo y atendes….
Maldito el
momento que lo haces. Del otro lado una voz seductora te dice:
-Hola! Soy Mongo Aurelio, candidato a empleado
público por el partido “Corruptos Boys”! Quiero contarte que soy el mejor, el
mas lindo, el mas honesto, el que tiene las mejores ideas para el cargo, bla
bla bla… y en ese momento sentís cuanto te gustaría tenerlo “en vivo” del otro
lado de la línea para putearlo a gusto, pero… es una grabación, son impresentables pero no boludos… saben que
si llaman ellos personalmente, la cantidad de puteadas que se comerían por dia
los llevaría al psiquiátrico en un mes.
Entonces
contratan las empresas de llamadas telefónicas grabadas, que deben costar
fortunas pero no importa, total, pagan los pelotudos que vamos a votar.
O sea que no
solo nos miran (desde las carteleras) si no que ahora también nos hablan por
teléfono.
¡Mira que
hemos progresado en esto de la comunicación “audiovisual”!
¿Por qué no
harán algo útil por esta sociedad que tanto dicen querer?
¿Por qué no
se harán conocer por sus obras para la comunidad a la que dicen pertenecer y a
la que quieren proteger y llevarla por el camino de la felicidad?
Porque la
verdad es que, fuera de las frases ingeniosas que rubrican las fotos de las
carteleras y la catarata de promesas telefónicas, no tienen nada para mostrar
ni para decir.
Viendo y
escuchando la desesperación por morder un trocito del queso, que muestran estos parásitos inútiles, cada año que tenemos
que elegir nuevos empleados públicos, me pregunto: ¿si los cargos que quieren
ocupar fueran “ad-honorem”? ¿Si las posibilidades de hacer “negocios” se vieran
limitadas por la existencia de una administración publica ordenada y
transparente? ¿Estarían tan desesperados
por nuestro voto?
Ayyy!! Que
ilusa soy! Con la cantidad de años que tengo y aun imaginando cuentos. O
ciencia ficción. Esto es Argentina.
Propongo
devolverles la gentileza: conseguiré los números de teléfono de los candidatos
y a las horas mas insólitas los voy a llamar: ¡Hola! Soy Maria Valente,
ciudadana, estoy buscando un candidato para votar. ¿Podrias contarme que has
hecho de utilidad para la sociedad en el dia de hoy?...
Tengo que dejar de escribir... suena el teléfono… si es un candidato prometo que no lo voto.
Estamos
fritos argentinos…
hasta la proxima.
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