SOY YO, CRISTINA, PELOTUDO...
Creo que pensar que ese, llamemos
improperio, salido de la boquita pintada
de la Nuestra Señora del Reino de los Argentinos estaba dirigido solamente a un
pelotudo que circunstancialmente estaba en el otro extremo de la línea telefónica,
es subestimarla.
Porque la referida Señora podrá
tener todos los defectos que se nos ocurran y muchos más pero el único que no le
cabe es el de tonta.
El “Soy yo, Cristina, pelotudo”
tiene un error gramatical en la lectura
y la escucha que hicimos todos los
lectores y escuchas del famoso audio: le falta una letra.
Tan simple como eso, una sola
letra de nuestro rico abecedario, una letra modesta y que muchas veces pasa
inadvertida pero que puede cambiar las cosas de manera descomunal.
Deberíamos hacer la corrección y poner la
frase tal cual ha sido acuñada en su cerebro antes de ser expulsada por la
boquita, tan bien invalidada por el maestro Sabat, deberíamos leer:
“SOY YO, CRISTINA, PELOTUDOS”
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